Vacuna gripe: contraindicaciones, efectos secundarios…

La gripe y las vacunas

Pocas enfermedades han causado los estragos de la gripe a lo largo de la historia. Se trata de una enfermedad infecciosa altamente contagiosa la cual afecta a los humanos y otros mamíferos. El secreto de su letalidad a lo largo de la historia se debe a que sus síntomas son complicados de descifrar, se parecen mucho a otras enfermedades y es por ello que en la antigüedad resultaba mortal ante la desinformación. Es por ello que cuando aparece alguna cepa con una tasa de mortalidad y virulencia mayor a la gripe estacionaria, la humanidad se vuelve un caos y termina perdiendo millones de vidas.

Tal y como comentamos en el artículo de los tipos de virus de la gripe, la influenza tipo A es la más peligrosa y agresiva de todas, así como también la contagiosa, las cepas mortales de la gripe provienen de esta clasificación, como lo fueron las causantes de la gripe española de 1918 y la gripe asiática de 1958, que dejaron millones de vidas en el camino. Por su parte, la influenza tipo B es la más común y endógena de los humanos, lo que quiere decir que solo nos afecta a nosotros, solo las focas también pueden ser afectados por este tipo de virus. La influenza tipo C es la menos conocida y de la que se tienen menos estudios, solo afecta a humanos y cerdos por lo cual podría ser potencialmente probable que una cepa altamente mortal provenga de esta tipología en el futuro.

La vacuna contra la gripe

Una solución para la gripe son las vacunas, estas han ayudado a que luego de la gran gripe de 1918, las próximas cepas tuvieran una mortalidad menor. Una vacuna no es otra cosa que un coctel de virus muertos que son introducidos a tu organismo con la intención de que tu sistema inmunológico detecte el virus muerto y genere defensas más fuertes para combatirlo cuando ingrese estando vivo. El nivel de las defensas del paciente es crucial para determinar la mortalidad y el riesgo de muerte con cada cepa del virus. Además, esto le da un ambiente menos agradable al virus para que mute. La vacuna hace a tu organismo más resistente al virus puesto que ya tiene tiempo estudiándolo en tu interior para saber sus debilidades.

Luego de la gripe de 1918, la mayoría de los países comenzaron a decretar que la vacuna de la gripe era un deber patriótico, debido al terror ocasionado por aquella cepa. Es por eso que jornadas de vacunación masivas comenzaron en los países más importantes y más afectados por la anterior gripe.

La vacuna de la gripe es impuesta en la mayoría de los casos desde que somos pequeños. La vacuna contra la gripe debe realizarse anualmente, de este modo se evita que una nueva mutación pueda afectarte en el futuro. Sin embargo, son poco eficaces porque la influenza muta constantemente y una vacuna puede no servir de nada en cuestión de meses después de ser vacunado. Aun se está en la búsqueda de la vacuna definitiva que funcione para todas las cepas existentes y mutables en el futuro.

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